martes, 14 de diciembre de 2010

Me hice director de juego porque...

Podría esgrimir muchos argumentos para ello, pero lo que empujó a dirigir partidas fue que mi grupo me desesperaba. El director de juego se iba rotando, con el enorme fallo de que su pj se incluía en la partida, razón por la cual uno no podía dejar de pensar que no despegarse de ese personaje era sinónimo de suerte para el pj propio. Además de este aspecto, los directores de juego con los que trataba eran muy blandos tanto con las normas como con según qué pjs.

Ya sabéis que no soy un seguidor enfervorecido de las normas (Siempre viene bien que el director de juego haga alguna que otra jugada o artimaña que apoye la historia), pero aquello era ridículo. Gente que no se sabía las reglas, que no se preparaba las historias nada ni había tenido en cuenta las características de los pjs para adaptarla, o que simplemente pasaban de darle una cierta carga o argumento a la aventura. El día que mis nervios explotaron fue aquel en que el medioelfo explorador dijo aquello de "Mi pj se queda disparando con el arco a los orcos mientras que los guerreros se pegan de cerca con ellos, pero al mío no le atacan". El director de juego lo permitió, y a mí me dieron ganas de decir "Bien, pues me cojo el libro y no juego", al más puro estilo scatergories con lo de pulpo como animal de compañía.

En cuanto al mejor trato a ciertos pjs, a nadie se le escapa que en los grupos de pjs siempre destacaba uno, que rivalizaba con otros por ser el mejor personaje de todos. Tal vez se deba al propio trato que uno dispensa en sus habituales relaciones con ese grupo de pjs, en el día día, pero había cosas que no eran de recibo. A base de matar orcos, uno quería llegar lo más rápido a niveles altos, sin exponer a su personaje a riesgo alguno, y obteniendo los objetos más variopintos y poderosos que fueran. A los pjs más graciosos o más rezagados por haberse incorporado más tarde al grupo, como el típico hobbit inútil o algún enano que vino más tarde, se les hacía corrillo con los pnjs para que se hartasen a matar. Aquello tampoco me gustaba...

También recuerdo aquella vez en que traté a todos por igual y les quité sus objetos en el módulo "Supervivencia". El explorador, sí, el mismo de antes, me vino con "No me puedes quitar mis objetos". Aquello sí que fue como de Scatergories, aunque con la ventaja para mí de que el libro de reglas era mío. En fin, que ser director de juego me vino un poco impuesto. ¿Y vosotros? ¿Por qué quisisteis ser directores de juego?

6 comentarios:

Cesar dijo...

Yo me hice director de juego porque veia que en las mesas en las que jugaba los directores favorecian fuertemente a uno o a dos pjs y si llegaba a jugar alguien que no solia jugar con ellos automaticamente el caotico malvado del grupo le hacia la vida imposible al nuevo y el director lo permitia sin mayor problema (y a veces le ayudaba).

Por eso me hice director de juego, por los favoritismos.

katakraos dijo...

Porque es un trabajo sucio, y alguien tenía que hacerlo... además, por mi forma de ser tiendo ma´s a dirigir las partidas y ser el titiritero en las sombras que a jugar con un personaje solo...

CAVERNA DE ROL dijo...

Amigo César, qué gran razón para ser director de juego. Los favoritismos en este juego de equipo están a la orden del día. No termino de entender a los roleros que se divierten sólo si su pj triunfa siempre, aunque sea con ayudas del director de juego.

Gracias por comentar.

CAVERNA DE ROL dijo...

Estimado katakraos, yo también disfruto más con ese trabajo de títeres, en ocasiones ajeno a reglas y demás, y que da más pie a disfrutar en mayor profundidad de las historias que se plasman sobre la mesa.

Gracias por comentar.

AlfaFrost dijo...

Lo que es yo prefiero ser jugador que máster ya que me gusta ver la cara del máster cuando resuelves un problema que esperaba ser el centro de la historia o te saltas las peleas para llegar directo al objetivo o simplemente cuando coges la personalidad de tu personaje y confundes al resto.

Pero al igual que ustedes yo también soy el DM mi historia parte cuando jugaba vampiro la mascarada y el máster que nos dirigía no era muy bueno, por lo cual me cambie de grupo y comencé jugando mi primera partida de ESDLA, algo que tengo que comentar es que morí en la primera sesión, no sé si es que el máster tuviera un preferido... pero solo un personaje llego a nivel 3 con él, el resto moría continuamente teniendo que cambiar el personaje, luego volví al mundo de vampiro y seguí jugando donde se podía, hicimos varias historias, hasta el momento en que yo, yo!! Algo que nunca se me hubiera pasado por la mente... lleve mi primera historia al campo de batalla junto con un amigo y una amiga, la historia fue de poder y búsqueda donde interprete por primera vez a un Malkavian (Vampiros locos que no son de fiar).

La historia resulto ser buena y me desafiaron a llevar a un grupo de 6 personas en el cual todos murieron, creo que no fue la mejor forma de narrar, pero resulto ser un desastre, luego de eso decidí no volver a dirigir, hasta pasados largos años.

Ahora vuelvo a narrar historias en la época de verano junto con mis sobrinos y mi primo que han seguido mis pasos por el rol, además algunos de los amigos con los que empecé siguen juntándose y es el momento de demostrar lo duro que uno puede ser!!

Por eso nos beberemos las cervezas y cantaremos canciones antiguas en la colina empinada de la narración.

CAVERNA DE ROL dijo...

AlfaFrost, ESDLA en los primeros niveles tiene mucho peligro. Lo normal es caer antes de tirar el primer dado, como le pasó al mago de mi grupo con un orco que estaba borracho (-60 actividad creo que indicó el máster).

No he probado Vampiro, pero supongo que la Narración requiere su tiempo. Afortunadamente, con tus sobrinos y tu primo tendrás mucho para mejorar.

Gracias por comentar y que aprovechen las cervezas.